Fin de año...

"En un par de días acabará este año
Y comenzará un año nuevo,
El primero en que ya no te necesite..."

Marwan

Adiós...

"Adiós.
No hay nada más triste.
Porque hasta nunca
Es hasta nunca
Pero adiós es...
¿Hasta qué?"

Pedro Salinas

Con mis pensamientos...

Necesito hablar
Simplemente hablar
De nada en concreto
No me apetece estar solo
Con mis pensamientos
En mi habitación
Haciendo que todo se incremente
Que todo parezca
Más grande de lo que es
Es una sensación asquerosa
Una sensación que consume


Y sólo necesito hablar
Que haya alguien ahí
Que me escuche
Que intente sacarme de esta habitación
Que me rescate de mis propios pensamientos
Que no me haga sentirme tan solo...

Pero aceptémoslo
Estoy aquí
Solo
En mi habitación
Hablando con mis pensamientos...

Siempre y nunca...

"Guárdalo bien" le dije entregándole un pedazo de mi corazón. "Así lo haré, y estarás conmigo para siempre" me respondió. Y lo metió en el congelador, en un intento fallido por que durara para toda la eternidad. Y mis sentimientos comenzaron a enfriarse conforme pasaba el tiempo, pero no podía culparme, había sido ella quien no había sabido escoger el escondite exacto. Yo sólo quería que lo guardase junto al suyo, para que me sintiera cerca, y al final, el frío nos alejó. Y nunca más volvimos a sentir ese calor que emanaba del contacto de nuestros corazones. Y así fue como nuestro siempre se convirtió en un nunca, y nuestro nunca en un siempre. Porque al fin y al cabo, siempre y nunca son una eternidad. Pero hay eternidades que pueden elevarte al séptimo cielo y otras que, bueno, simplemente duelen 7 vidas.

Sentimientos congelados. Blog Utópicos Anónimos.

Palabras...

. Y mientras la abrazaba pensó: "esto va a terminar mal". Pero no por eso la soltó, ni dejó de abrazarla.

. -¿Tú crees que volveremos a vernos algún día? - Vernos sí. Mirarnos, lo dudo.

. La piedra con la que tantas y tantas veces tropezó le preguntó:
- ¿Te acuerdas de mí? - Pues no, ahora no caigo.

. Al final, cuando todo acabó, se echaron de menos. Se echaron de menos el uno al otro y, curiosamente, cada uno a sí mismo.

. Siempre que sonaba esa canción paraban el mundo para bailarla juntos, y ni el paso del tiempo ni la muerte supieron impedirlo.

. Érase una vez un día que nunca tuvo nombre, porque estaba dedicado al olvido.

. Odiaba al perchero: de él todavía colgaban la bufanda y el sombrero que ella no quiso llevarse. De vez en cuando lo abrazaba.

. Cerré los ojos antes de ver si venías como bala, o venías como beso. Esquivarte nunca fue opción.

. Él le había puesto tres puntos suspensivos a la historia... Ella borró dos.

Microcuentos. Varios autores.