Ayer no me vi capaz de escribir esto
Era mi cumpleaños
Todo cumpleaños debería ser alegre
Pero ayer hizo un año que te fuiste
Dejaste un gran vacío dentro de nosotros
Un gran vacío que nunca se podrá llenar
Otro agujero más para el saco de la vida
Pero tus buenos recuerdos siempre seguirán ahí
Todo lo bueno que nos diste y que has dejado en nosotros
Eras la mejor persona que he conocido nunca
Y sólo espero poder llegar a parecerme a ti y lo que eras...
Siempre vivirás en nosotros... Siempre te querré...
martes, 29 de octubre de 2013
viernes, 4 de octubre de 2013
Sonríe...
"A sonreír se aprende habiendo llorado mucho. Cuando te suena
demasiado cualquier principio. Cuando deja de sorprenderte cualquier final.
A sonreír se empieza en cuanto se aprende a soñar flojito.
Es inefable. Pásate varios años con demasiadas ilusiones sin cicatrizar, y a
todos tus sueños les acabará saliendo una arruga. Y como no los vayas revisando
y actualizando de tanto en tanto, algún día te verás explicándoles por qué ya
no pueden salir a la calle vestidos de marinerito.
Pero hoy no quiero hablar de sueños. Sino de sonrisas. Y hay
muchísimas maneras de estirar la boca.
Para empezar, uno puede sonreír para sí mismo o puede
sonreírle a otro. Se trata de sonrisas completamente distintas, sobre todo porque
mientras la primera es por donde se escapan ideas alegres y recuerdos
indelebles, la segunda constituye el símbolo universal de la complicidad. En
este último caso, muchos aseguran que dedicarle a alguien tus labios puede
resultar tan contagioso como un bostezo en el metro.
Luego están las sonrisas que enseñan los dientes y las que
se hacen las interesantes. Nada que ver las unas con las otras. Creo recordar
haber leído que el ser humano, junto a algunos primates, es el único animal del
planeta que no enseña los dientes como señal de defensa o agresividad, sino
justamente de todo lo contrario.
A partir de ahí, todas las demás. Sonrisas de idiota y
sonrisas de listillo. Sonrisas falsas, sonrisas malignas, sonrisas tímidas,
arrogantes, sonrisas payasas y sonrisas desesperadas. Sonrisas que invitan a un
primer paso y sonrisas que declinan toda invitación. Sonrisas verticales,
horizontales, de medio lado, de medio pelo y hasta en diagonal.
El catálogo de sonrisas humanas se complementa con formas de
bocas, accidentes faciales y jardines dentales, hasta crear las infinitas
combinaciones que en teoría, y sólo en teoría, deberíamos estar presenciando
continuamente.
Y es que una variable clave dentro de esta inusual ecuación
consiste en el momento en el que decide hacerse presente. Para cualquier otra
expresión física, hay que tener muy en cuenta cuándo se manifiesta. Para la
sonrisa, no. Da igual la situación en la que te encuentres, una sonrisa bien
dibujada siempre te va a ayudar, a ti y seguramente a los demás también. Sí,
incluso en un tanatorio, en un accidente y en una ruptura sentimental.
Para terminar, matización importante. No confundirse.
Sonreír no tiene nada que ver con reír. Simplemente comparten letras. La
sonrisa crece. La risa estalla. La sonrisa calla. La risa berrea. La sonrisa
escucha. La risa habla. Pero si se puede sonreír incluso mientras se llora. Con
eso está todo dicho.
De cualquier modo, si hay algo que realmente me fascina del
acto de sonreír es lo mucho que se obtiene frente a lo poco que cuesta. Lo poco
que abunda frente a lo gratis que es.
Lo bien que conozco el teorema.
Lo poco que me lo sé."
Teorema de una sonrisa, Risto Mejide
Por el Día Mundial de la Sonrisa
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